En el corazón de Gran Canaria, en un entorno natural privilegiado y alejado del bullicio de la ciudad, se encuentra Artenara, un municipio que atesora una de las tradiciones arquitectónicas más singulares de la isla: las casas cueva. Estas viviendas excavadas en la roca han sido habitadas durante siglos y hoy en día representan una opción única para los viajeros que buscan una experiencia auténtica de turismo rural en Gran Canaria.
Si estás pensando en desconectar, rodearte de naturaleza en Gran Canaria y sumergirte en la historia de la isla, alojarte en una casa rural en Artenara es una opción que no te dejará indiferente. Conoce más sobre este destino único y todo lo que tiene para ofrecer.
Artenara: Un refugio natural en Gran Canaria
Artenara es el municipio más alto de la isla, ubicado a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar. Este pequeño pueblo, con menos de 1.000 habitantes, es un remanso de paz donde el tiempo parece detenerse. Desde sus miradores se pueden apreciar impresionantes paisajes que combinan montañas, barrancos y el azul del océano en el horizonte.
Este rincón de Gran Canaria es parte del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Su importancia histórica y arqueológica lo convierte en un destino ideal para aquellos que buscan un contacto directo con la naturaleza en Gran Canaria y la cultura de la isla.
Casas cueva: Una tradición que perdura
Las casas cueva de Artenara tienen su origen en la época prehispánica, cuando los aborígenes canarios utilizaban cuevas naturales o excavadas en la roca volcánica como viviendas. Con el paso del tiempo, esta tradición se ha mantenido y ha evolucionado, adaptándose a las necesidades de los habitantes y visitantes.
Hoy en día, estas viviendas han sido rehabilitadas y equipadas con todas las comodidades modernas sin perder su esencia. Alojarse en una cueva rural permite disfrutar de una temperatura estable durante todo el año, ya que su aislamiento natural las mantiene frescas en verano y cálidas en invierno.
Beneficios de alojarse en una casa cueva
Optar por una casa cueva en Artenara para tu escapada rural tiene numerosas ventajas:
- Conexión con la naturaleza
Ubicadas en entornos naturales privilegiados, estas viviendas ofrecen la posibilidad de despertar con vistas a las montañas y respirar aire puro. La tranquilidad de la zona permite desconectar del estrés diario y disfrutar de la paz del entorno. - Turismo sostenible
El alojamiento en cuevas rurales es una opción ecológica, ya que su construcción se integra perfectamente en el paisaje sin alterar el ecosistema. Además, muchas de estas viviendas utilizan energías renovables y promueven prácticas sostenibles. - Autenticidad y tradición
Alojarse en una casa rural en Artenara es sumergirse en la historia y cultura de Gran Canaria. La arquitectura troglodita es una parte fundamental del patrimonio de la isla, y vivir en una casa cueva permite experimentar esta tradición en primera persona. - Temperatura ideal todo el año
Gracias a su construcción dentro de la roca, las casas cueva mantienen una temperatura constante, oscilando entre los 18 y 22 grados centígrados. Esto las convierte en un refugio perfecto en cualquier estación del año.
Actividades para disfrutar en Artenara
Además de la experiencia de alojarse en una cueva rural, Artenara ofrece una amplia variedad de actividades para los amantes del turismo rural y la naturaleza en Gran Canaria.
- Senderismo y rutas en la naturaleza
El municipio cuenta con numerosas rutas de senderismo que recorren paisajes volcánicos, bosques de pinos y barrancos impresionantes. Algunas de las más destacadas son:
- Ruta de la Caldera de Tejeda: Un recorrido con vistas panorámicas espectaculares.
- Ruta del Mirador de Unamuno: Un sendero que lleva hasta el mirador donde el escritor Miguel de Unamuno quedó fascinado por la “tempestad petrificada” de Gran Canaria.
- Sendero del Risco Caído: Un camino que permite conocer el yacimiento arqueológico del mismo nombre, con vestigios de la cultura aborigen canaria.
- Miradores con vistas impresionantes
Artenara cuenta con varios miradores desde los que se pueden contemplar paisajes únicos. Algunos de los más recomendados son:
- Mirador de la Cilla: Ofrece una vista espectacular del Roque Nublo y el Roque Bentayga.
- Mirador de los Poetas: Un lugar perfecto para disfrutar de una puesta de sol inolvidable.
- Mirador del Corazón de Jesús: Desde aquí se puede admirar la silueta de Artenara y sus alrededores.
- Visita a la Ermita de la Cuevita
Este pequeño santuario excavado en la roca es un lugar de gran devoción para los habitantes de Artenara. La ermita alberga la imagen de la Virgen de la Cuevita, patrona de los ciclistas canarios, y es un sitio con una atmósfera especial que vale la pena visitar. - Gastronomía local
No puedes dejar Artenara sin probar algunos de los platos típicos de la gastronomía canaria. Entre las especialidades que puedes degustar en los restaurantes locales se encuentran:
- Papas arrugadas con mojo
- Queso de flor de Guía
- Gofio escaldado
- Carne de cochino negro canario
Además, en los pequeños comercios del pueblo puedes encontrar productos locales como miel, almendras y repostería tradicional.
El encanto de una escapada rural en Artenara
Elegir una casa rural en Artenara es mucho más que reservar un alojamiento; es vivir una experiencia única en contacto con la naturaleza en Gran Canaria y la historia de la isla. Ya sea para una escapada romántica, unas vacaciones en familia o unos días de desconexión en solitario, las casas cueva ofrecen un refugio inigualable en el corazón de la isla.
Con su combinación de paisajes impresionantes, tradiciones ancestrales y una oferta de actividades para todos los gustos, Artenara se posiciona como un destino ideal para el turismo rural en Gran Canaria.